La concentración es un ejercicio básico para poder enfocarnos en una actividad, centrar nuestra atención en ella y esforzarnos por realizarla con éxito. En otros ámbitos existen diferentes técnicas de estudio que sacan mayor partido de nosotros.
¿Somos capaces de mantenernos concentrados? ¿Podemos focalizar nuestra atención en él y hacer que se prolongue en el tiempo? En los procesos de aprendizaje existen muchas técnicas efectivas y formas de estudio con las que puedes sacar provecho de ti mismo.
Desde ATEM Formación te mostramos en el siguiente artículo diferentes técnicas de aprendizaje y otros métodos de estudio que seguro que te servirán de ayuda. ¡Quédate y sigue leyendo!
Índice de Contenidos
¿Qué son las técnicas de estudio?
Cuando nos referimos a técnicas de estudio estamos hablando del conjunto de herramientas y acciones que facilitan el proceso de estudio y forman parte de las diferentes fases del proceso de aprendizaje.
Existen diferentes variedades dentro de las técnicas de estudio. Algunas aplican la técnica para organizar, tomar, retener los detalles importantes y superar las pruebas o exámenes.
Es probable que, a modo de ejemplo, te suenen las reglas mnemotécnicas, la cual ayuda a retener información y mapas mentales.
¿Cuál es la mejor técnica de estudio?
A la hora de mejorar la concentración y eficiencia a la hora de estudiar se han establecido diferentes herramientas como tomar notas, la lluvia de ideas, los mapas conceptuales, estudiar en voz alta, entre otras más.
Aplicando eso podrás modificar tus hábitos de estudio y obtener mejores resultados. Debes probarlas y escoger aquella con la que te sientas más cómodo para posteriormente aplicar en tu calendario de estudio.
Lo primero que debemos hacer
Debemos ordenar las técnicas de estudios, de manera que diseñemos una secuencia de pasos a seguir antes y durante el estudio.
Es esencial la organización y planificación previa. Planea la materia objeto de tu ficha de estudio y los horarios que vas a establecer como tiempo estimado. Esto nos permite estructurar y saber el momento de inicio y finalización de la tarea para focalizar la concentración en ese período. Te recomendamos que establezcas descansos y que respetes las pausas.
Para comenzar realiza una lectura inicial. Hazla de manera detenida para comprender las ideas principales de tu libro de texto. Posteriormente procedemos al estudio activo, es en este momento cuando ponemos más énfasis en la concentración, ya que el esfuerzo que se realiza es mayor. Realiza un análisis con las palabras clave para confirmar que has comprendido el contenido.
Y, por último, pasamos a la interiorización de los conocimientos adquiridos. No olvides repasar el contenido estudiado antes de pasar al siguiente tema.
La organización del estudio
Una buena organización y el compromiso en el cumplimiento de los objetivos que nos marcamos cuando vamos a emprender la tarea es primordial.
En función del tipo de estudio comprobaremos que unas técnicas u otras serán más o menos eficaces. Existen alternativas como la síntesis, la memorización o la redacción. Hemos destacado las técnicas que consideramos más útiles.
Escoge un lugar de estudio adecuado
Por supuesto, no debemos dejar de lado la relevancia de tener un buen clima de estudio. Queda demostrado que los resultados son mejores si se estudia siempre en el mismo espacio. Este debe ser un lugar adecuado, se encuentre en orden y ajeno a distracciones.
Resulta evidente que, para mejorar y ser capaces de mantener la concentración, es necesario estudiar en un entorno sin ruidos, donde no nos lleguen estímulos externos que puedan desconcentrar y distraer.
Respeta el descanso
El descanso es vital para la concentración. Si te encuentras muy fatigado y no has descansado las horas suficientes no podrás mantenerte atento. Sin las horas de sueño necesarias, no se puede procesar adecuadamente la información y se tiende a estar más disperso. Además, también perderemos tiempo, energía y esfuerzo.
Así, podemos corroborar la frase “el día antes del examen, hay que dormir bien”.
Todo este conjunto no sólo respetará una guía de actuación a la hora de estudiar, sino que hará más fácil tu tarea como estudiante. Con la práctica de estas técnicas de manera perseverante conseguirás crear hábitos y desarrollar habilidades que impulsarán el estudio. Ahora bien, hay que señalar que para el cumplimiento de todo entra en juego la fuerza de voluntad.
Con la aplicación de estas estrategias podrás potenciar tu aprendizaje y ser más disciplinado en el momento de estudiar, facilitando la concentración a lo largo de todo el proceso de estudio. En poco tiempo podrás notar el aumento de tu rendimiento académico.
Esto solo son algunas de las diversas técnicas de estudios que se irán adaptando en función de tus características. ¿A qué esperas para probarlas? Mejora tus resultados y hacer el estudio más llevadero está en tu mano, no dudes en poner en prácticas las técnicas de estudios mencionadas